La historia de la Ribera del Duero ha discurrido paralela a la viña y al vino, al fruto de unas cepas que marcan su paisaje, la personalidad de sus gentes y su cultura.
El cultivo de la uva en esta zona se remonta 2.000 años atrás y desde entonces, el vino y los viñedos han constituido partes fundamentales del desarrollo cultural y económico de la zona.
La climatología de la Ribera del Duero se caracteriza por una baja pluviometría (450 mm/año) unida a unos veranos secos y calurosos llegando a 42ºC. con inviernos largos y extremos, llegando en ocasiones a los -15ªC.
La altura de nuestros viñedos se encuentra entre los 812 y los 860 metros sobre el nivel del mar.
Los suelos están recubiertos por sedimentos terciarios, constituidos por capas de arenas limosas o arcillosas, de buena retención de agua que mantienen fresca la tierra incluso en épocas de calor extremos.
Los viñedos están orientados al sur, y se encuentran rodeados de bosques con pinos, encinas y robles, que crean un microclima perfecto para el cultivo de la vid, y protegen de los cambios bruscos de temperatura llegados desde el norte de España.
El clon de la variedad Tempranillo de nuestros viñedos, procede de cepas prefiloxéricas, que trajeron los Hermanos de la Sagrada Familia que llegaron desde Francia a nuestra localidad en el año 1908, dedicando su trabajo en los posteriores años, a la plantación de nuevas cepas, dotadas de este magnifico clon. Este clon de la variedad tempranillo se adaptó perfectamente al tipo de terreno y a la climatología extrema de nuestra localidad, produciendo desde esa fecha uvas de excelente calidad que dieron origen a la elaboración de grandes vinos, que han sido reconocidos a nivel mundial durante años y reconociendo a la localidad de La Horra, como una de las mejores zonas de adaptación de la variedad tempranillo en el mundo.
Nuestra familia , que ya era propietaria en esos años de terrenos inmejorables para la plantación de viñedos, ha seguido con esta tradición, utilizando este variedad en todos sus viñedos y en los plantados posteriormente, basándose en las enseñanzas y experiencias que los religiosos trajeron desde Francia a nuestra localidad y que ya nuestros abuelos utilizaron para el cultivo de sus viñedos con unos excelentes resultados de calidad.
Las duras jornadas del trabajo en los viñedos, podar, sarmentar, eliminar las malas hierbas, podar en verde, el aclareo de los racimos, el desnietado ,… todo con el objetivo de llegar a la época de vendimia en el mes de Octubre y recoger el fruto del trabajo de todo el año, trasladarlo a la bodega y ofrecer a nuestros clientes y amigos, lo mejor de nuestra familia.
Todos nuestros viñedos están situados en el municipio de La Horra, provincia de Burgos. Los viñedos de nuestra familia tienen desde los 23 años de antigüedad los más jóvenes, hasta los viñedos de 90 años los más antiguos. Tenemos una producción muy limitada, pero de una excelente calidad base para la elaboración de nuestros exclusivos vinos.
El Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero, autoriza como producción máxima 7.000 kg/hectárea., en nuestro caso particular, Bodegas Fuentenarro, obtiene una producción media de 2.000 a 3.500 kg/hectárea ya que vamos haciendo una importante selección del fruto. Nuestra filosofía se basa en la calidad no en la cantidad, apostando por unas uvas en su punto óptimo, sanas y exquisitas, con ello pretendemos conseguir una limitada producción, pero de extraordinaria calidad.
El conjunto de todos estos parámetros descritos anteriormente, tierra, variedad, climatología, da origen a unas uvas de la mejor calidad para la elaboración de vinos con excelente estructura, elegancia y muy característicos del terruño.